EL
MOVIMIENTO
Como ya sabemos, en este planeta vivimos en tiempos interesantes, pero también desafiantes. La consciencia de unidad ha venido generando mucho movimiento a lo largo de la última década. La humanidad y este mundo están destinados a alcanzar la unidad. Su manifestación está predestinada, aunque el resultado no sea definitivo. Debido a la desinformación y a la resistencia, la consciencia de unidad no se comprende bien. Por eso, su manifestación depende de la humanidad.
En la última década ha habido numerosos movimientos de personas que, con el apoyo de una nueva consciencia, se han manifestado para defender sus vidas, sus derechos, su autodeterminación, su libre albedrío y, en última instancia, su razón. Ha habido intentos de manipular estos movimientos. Lamentablemente, para quienes todavía creen que el viejo mundo es la mejor opción, no hay buenas noticias. La manipulación, el adoctrinamiento y los viejos dogmas pertenecen al pasado, pues vivimos en una época en la que ya no tienen cabida.
En términos generales, esto significa liberarse de la opresión de las instituciones religiosas y sus seguidores. En ciertas partes del mundo las personas aún no han llegado al camino de la libertad relativa que ya se conoce en Occidente. Durante los últimos siglos, los avances de Occidente han llevado a esta libertad relativa y a la liberación de los dogmas religiosos y el adoctrinamiento. Aunque tomando otro camino. El camino que aún debe ser recorrido en otras partes del mundo.
Y la otra cara de la moneda es que la gente de Occidente ha alcanzado un gran nivel de prosperidad. Las personas viven demasiado bien, a diferencia de las que viven en otras partes del mundo. Con frecuencia, la riqueza se genera a costa de la abundancia. Pero la riqueza no es abundancia. La abundancia solo se puede lograr cuando el dinero sea compartido entre todos. La abundancia es una moneda compartida.
Las cosas no van bien en ciertas partes del mundo, y los habitantes de los países occidentales todavía son muy poco conscientes de ello. Uno lo ve en imágenes, pero la noción de la consciencia de unidad aún no ha permeado del todo en las personas. La noción de que no podemos ir más lejos si ciertas partes del mundo quedan excluidas de la abundancia generada. Tampoco podemos ir más lejos si no se comparte la abundancia.
Esta es también la razón por la que la humanidad enfrenta ciertos obstáculos y no puede encontrar como sortearlos. Si bien la sociedad ha estado clamando por ser escuchada en los últimos años, los líderes de todo tipo aún siguen sin escuchar. Además, hay muy poca conciencia en el mundo de que la solución de un
problema puede tener consecuencias directas para la solución de otro problema, con lo cual pueden surgir un flujo de soluciones que pueden expandirse por todo el mundo.
La inclusión financiera es la noción de que la abundancia solo se puede lograr si TODAS las personas pueden compartir la misma abundancia, no la prosperidad. ¡La inclusión forma parte de la consciencia de unidad!
Hacer realidad la consciencia de unidad no es una tarea fácil. Todavía hay problemas en el mundo relacionados con la distribución del dinero y el poder. Mientras las personas no comprendan que la consciencia de unidad las lleva a una abundancia mucho mayor; mientras las instituciones del mundo nos sigan oprimiendo o manipulando, a todos se nos estará negando la gran abundancia. Esta noción es parte de la consciencia de unidad, que también es reprimida por esa conducta opresora.
Encontramos resistencia en múltiples formas, tanto en el oeste como en el este, el norte y el sur. Solo que ya no se trata de en qué parte del mundo vivimos: todos estamos involucrados y, por lo tanto, todos somos responsables. A medida que pase el tiempo, tanto esta consciencia como esta resistencia crecerán, y no tenemos más remedio que aceptarlo. Esto podría conducir a acontecimientos aún más importantes de los que conocemos hasta ahora. Porque en la época en la que vivimos no hay cabida para que las personas sigan siendo oprimidas, ni mucho menos para que se les niegue la perspectiva de alcanzar la abundancia total. Entonces habrá acabado el orden establecido, porque no habrá nada que detenga esos acontecimientos.
Las personas tienen cada vez más poder, de lo cual se darán cuenta para entonces.
Tenemos la misión y el deber de lograr que eso suceda. Un deber para con las personas que aún viven en las condiciones contra las que la humanidad ha luchado durante muchos siglos. Si bien ahora vivimos en una época muy diferente.
¡Cuánto ha sufrido la humanidad como resultado de la esclavitud, la opresión, la manipulación del poder, las guerras y la esclavitud moderna! Esta época nos indica que esto ya no puede seguir pasando.
Una creciente consciencia de unidad es la causa de esta revolución, y cuando la noción de la consciencia de unidad realmente comience a permear en todos, no habrá vuelta atrás.